miércoles, 14 de octubre de 2009

A corazón abierto, Javier Albisu, sj. (II)

Hablar con el corazón


Hablar con el corazón
es hablar comprometiendo la palabra.
Es entregar por seña un pedacito de alma.
Es probar por receta, lo que nunca daña.


Hablar con el corazón
es poner sobre la mesa todas nuestras cartas.
Es permitirle al diálogo que entre en zona franca.
Es encender un fuego que no consume, y ya, no se apaga.

Hablar con el corazón
es enseñar la verdad que se aloja en nuestra casa.
Es acercar la bondad que por ella siempre pasa.
Es acoger la humildad que a nuestra puerta llega y la traspasa.


Hablar con el corazón
es encender la luz donde las cosas esenciales se divisan y se alcanzan.
Es olvidar relojes donde marcar los tiempos no hace falta.
Es encontrar un sitio donde quisiéramos quedar y hacer tres carpas.


Hablar con el corazón
es gustar el silencio cuando la palabra se gasta.
Es encontrar aquella nota que en la música hacía falta.
Es internarse mar adentro y con las velas desplegadas.


Hablar con el corazón
es tirar por tierra los castillos de baraja.
Es enviar mensajes a aquellos que naufragan.
Es ofrecer ropajes a aquél que desnudaran.


Hablar con el corazón
es unirse a Dios que está en nosotros
gimiendo ¡abba!

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