domingo, 25 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

LA CORONA DE ADVIENTO




Oraciones para cada Domingo de adviento hasta Navidad
 
Oración para el primer Domingo de adviento:
Se prende la primera vela diciendo "Señor despierta en tus fieles el deseo de esperar la venida de Cristo, practicando las buenas obras, para que admitidos a su lado merezcan poseer el Reino Celestial, por Nuestro Señor Jesucristo....."
 
Prenderán dos velas y la Oración para el segundo Domingo es:"Concédenos, Dios todopoderoso y eterno, que ningun acto terreno impida nuestra solicitud en prepararnos a la avenida de tu hijo, sino que la enseñanza de tu Clestial sabiduría nos lleve a una íntima unión con Él, que contigo vive y reina....."
 
Ahora se prenderán tres velas y se dice la oración del tercer Domingo:" Señor que ves a tu pueblo esperando fielmente la festividad del nacimiento de tu Hijo, concédenos celebrar la obra tan grande de nuestra salvación, con solemnes cánticos de alabanza, y con una inmesa alegría. Por nuestro Señor...."

Cuatro velas se encienden en el ultimo Domingo de adviento, orando en familia : "Te rogamos Señor, que infundas en nuestras almas, Tu gracia, para que reconociendo y venerando la Encarnación de Jesucristo Tu Hijo, anunciada por el ángel a María, consigamos por su pasión y su cruz, llegar a la Gloría de su Resurreción, por Jesucristo Nuestro Señor........"

domingo, 20 de noviembre de 2011

Cristo Rey

Del Prefacio de la Misa:
En verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación,
darte gracias
siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.
Porque consagraste Sacerdote eterno
y Rey del universo
a tu único Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
ungiéndolo con óleo de alegría,
para que , ofreciéndose a sí mismo
como víctima perfecta y pacificadora
en el altar de la cruz,
consumara el misterio de la redención humana;
y , sometiendo a su poder la creación entera,
entregara a tu majestad infinita
un reino eterno y universal;
el reino de la verdad y la vida,
el reino de la santidad y la gracia,
el reino de la justicia, el amor y la paz.
...

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Reconocer el pecado


Reconocer el pecado nos permite invocar, aceptar, celebrar la misericordia
Autor: P. Fernando Pascual | Fuente: Catholic.net

En algunos lugares es fácil encontrar a católicos que han perdido la idea del pecado. De ahí se deriva la desafección hacia el sacramento de la confesión y, en no pocos lugares, la costumbre de comulgar sin ninguna inquietud acerca de si uno posee o no posee las disposiciones suficientes para participar en la Mesa del Señor. Otros llevan la pérdida del sentido del pecado mucho más lejos: dejan de comulgar, se alejan poco a poco de una Iglesia que “no les sirve”, apagan en su interior todo anhelo de transcendencia al dejarse invadir por las preocupaciones del mundo.

Los sacerdotes estamos llamados a ofrecer caminos que permitan descubrir el sentido del pecado, la gravedad que se esconde en toda ofensa al Dios que es Creador y Padre, la ruptura que se produce en nuestras relaciones con los hermanos. Sólo desde el reconocimiento de la realidad del pecado es posible abrirse al horizonte de la misericordia, al maravilloso proyecto de la Redención.

Podem
os partir de una reflexión que vale para la mayor parte de las sociedades contemporáneas: no es fácil reconocer que hemos “pecado”, que hemos ofendido a Dios, al prójimo, a nosotros mismos.

No es fácil especialmente en el mundo moderno, dominado por la ciencia, el racionalismo, las corrientes psicológicas, las “espiritualidades” tipo New Age. Un mundo en el que queda muy poco espacio para Dios, y casi nada para el pecado.

Muchos reducen la idea del pecado a complejos psicológicos o a fallos en la conducta que van contra las normas sociales. Desde niños nos educan a hacer ciertas cosas y a evitar otras. Cuando no actuamos según las indicaciones recibidas, vamos contra una regla, hacemos algo “malo”. Pero eso, técnicamente, no es pecado, sino infracción.

Otros justifican los fallos personales de mil maneras. Unos dicen que no tenemos culpa, porque estamos condicionados por mecanismos psíquicos más o menos inconscientes. Otros dicen que los fallos son simplemente fruto de la ignorancia: no teníamos una idea clara de lo que estábamos haciendo. Otros piensan que el así llamado “pecado” sería sólo algo que provoca en los demás un sentimiento negativo, pero que en sí no habría ningún acto intrínsecamente malo.

A través de la catequesis de adultos, de las diversas actividades pastorales de la parroquia, de la predicación dominical, se hace urgente un esfuerzo por superar este tipo de interpretaciones equivocadas e insuficientes.

Para descubrir lo que es el pecado necesitamos reconocer que nuestra vida está íntimamente relacionada con Dios, que existimos como seres humanos desde un proyecto de amor maravilloso. Es entonces cuando nos damos cuenta de que Dios llama a cada uno de sus hijos a una vida feliz y plena en el servicio a los hermanos, y que nos pide, para ello, que vivamos los mandamientos.

Porque existe Dios, porque tiene un plan sobre nosotros, entonces sí que podemos comprender qué es el pecado, qué enorme tragedia se produce cada vez que optamos por seguir nuestros caprichos: nos apartamos del camino del amor.

Al mismo tiempo, si al mirar a Dios reconocemos que existe el pecado, también podemos descubrir que existe el perdón, la misericordia, especialmente a la luz del misterio de Cristo.

Lo dice de un modo sintético y profundo el Compendio del Catecismo de la Iglesia católica, en el n. 392: “El pecado es «una palabra, un acto o un deseo contrarios a la Ley eterna» (San Agustín). Es una ofensa a Dios, a quien desobedecemos en vez de responder a su amor. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Cristo, en su Pasión, revela plenamente la gravedad del pecado y lo vence con su misericordia”.

Es cierto que nos cuesta reconocer que hemos pecado. Pero hacerlo es propio de corazones honestos y valientes: llamamos a las cosas por su nombre, y reconocemos que nuestra vida está profundamente relacionada con Dios y con su Amor hacia nosotros.

Reconocer, por tanto, el pecado nos permite invocar, aceptar, celebrar la misericordia (según una hermosa fórmula usada por el Papa Pablo VI en su "Meditación ante la muerte"). De lo contrario, nos quedaríamos a medias, como tantas personas que ven sus pecados con angustia, algunos incluso con desesperación, sin poder superar graves estados de zozobra interior.

Es triste haber cometido tantas faltas, haberle fallado a Dios, haber herido al prójimo. Es doloroso reconocer que hemos incumplido buenos propósitos, que hemos cedido a la sensualidad o a la soberbia, que hemos preferido el egoísmo a la justicia, que hemos buscado mil veces la propia satisfacción y no la sana alegría de quienes viven a nuestro lado. Pero la mirada puesta en Cristo, el descubrimiento de la Redención, debería sacarnos de nosotros mismos, debería llevarnos a la confianza: la misericordia es mucho más fuerte que el pecado, el perdón es la palabra decisiva de la historia humana, de mi vida concreta y llena de heridas.

De este manera, podremos afrontar con ojos nuevos la realidad del pecado, de nuestro pecado y del pecado ajeno, con la seguridad de que hay un Padre que busca al hijo fugitivo: así lo explica Jesús en las parábolas de la misericordia (Lc 15), y, en el fondo, en todo su mensaje de Maestro bueno. Descubriremos entonces que si ha sido muy grande el pecado, es mucho más poderosa la misericordia (cf. Rm 5). Estaremos seguros de que el amor lleva a Dios a buscar mil caminos para rescatar al hombre que llora desde lo profundo de su corazón cada una de sus faltas.

Juan Pablo II hizo presentes estas verdades en su encíclica "Dives in misericordia" (publicada en el año 1980). Entre sus muchas reflexiones, el Papa indicaba que “la Iglesia profesa y proclama la conversión. La conversión a Dios consiste siempre en descubrir su misericordia, es decir, ese amor que es paciente y benigno a medida del Creador y Padre; el amor, al que «Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo» es fiel hasta las últimas consecuencias en la historia de la alianza con el hombre: hasta la cruz, hasta la muerte y la resurrección de su Hijo. La conversión a Dios es siempre fruto del «reencuentro» de este Padre, rico en misericordia” (Dives in misericordia n. 13).

También el Papa Benedicto XVI, en su encíclica Deus caritas est, evidenció la grandeza y profundidad del perdón divino: “El amor apasionado de Dios por su pueblo, por el hombre, es a la vez un amor que perdona. Un amor tan grande que pone a Dios contra sí mismo, su amor contra su justicia. El cristiano ve perfilarse ya en esto, veladamente, el misterio de la Cruz: Dios ama tanto al hombre que, haciéndose hombre él mismo, lo acompaña incluso en la muerte y, de este modo, reconcilia la justicia y el amor” (Deus caritas est n. 10).

El misterio de la Cruz, de la misericordia, está presente en el sacramento de la Penitencia. Pero, de modo especial, en la Eucaristía. Allí no sólo recordamos, sino que participamos nuevamente en la entrega del Hijo al Padre, en la donación del Amor más grande, que por salvar al esclavo no dudó en entregar al Hijo, como recordamos en el solemne pregón que se canta en la Vigilia Pascual.

C
on los ojos puestos en el Crucificado, que también es el Resucitado, podemos descubrir la maldad del pecado y la fuerza de la misericordia. Desde el abrazo profundo de Dios Padre nace en los corazones la fuerza que acerca al sacramento de la confesión, el arrepentimiento profundo que aparta del mal camino, la gratitud que lleva a amar mucho, porque mucho se nos ha perdonado (cf. Lc 7,37-50). Son verdades que los mismos sacerdotes necesitamos vivir en lo más profundo de nuestra alma, son verdades que necesitamos transmitir como una experiencia maravillosa a la que todos están invitados.




Ven Espíritu Santo!

lunes, 14 de noviembre de 2011

TIEMPO DE ADVIENTO

"Antes de salir a la vida pública para iniciar su predicación, Jesús, anunciado por el Bautista pasó por el desierto.Ése es su camino"
En el desierto, si bien encontró una profunda intimidad con su Padre, encontró también las tentaciones, haciéndose de esta manera solidario con todos los hombres. Y salió vencedor. 
Es el mismo camino que volvemos a encontrar después en su muerte y resurrección. Al haber recorrido su camino hasta el fondo, Jesús se vuelve El mismo "camino" para nosotros que vamos caminando"

Chiara Lubic

TIEMPO DE ADVIENTO

"Preparen el  camino  del Señor, allanen  sus  senderos". (Lc 3,4)

En este tiempo de Adviento, he aquí una nueva "palabra" que estamos invitados a vivir. El evangelista Lucas la toma de Isaías, el profeta de la consolación.
Para los primeros cristianos, esta palabra está referida a Juan Bautista, quien precedió a Jesús. 
En este tiempo que precede a la Navidad, la Iglesia, presentando al Precursor, nos invita a la alegría, porque el Bautista es como un mensajero que anuncia al Rey, quien, en efecto, está por llegar. 
Está cerca el tiempo en el cual Dios cumple sus promesas, perdona los pecados, dona la salvación.

"Preparen el  camino  del Señor, allanen  sus  senderos". 

Pero si ésta es una palabra de alegría, es también una invitación a dar una nueva orientación a toda nuestra existencia, a un cambio radical de vida.
El Bautista invita a preparar el camino del Señor.
Pero ¿cuál es este camino?
Chiara Lubich(Publicado en Parola di vita, Cittá Nuova n.22/1997.Roma)

domingo, 6 de noviembre de 2011



La plaza de San Pedro, en Roma, durante siglos no ha tenido una imagen de la Virgen. Un amigo mío, universitario, en mayo de 1980, al ver tantas estatuas e imágenes en la plaza comentó: "¡Falta la Virgen!; si tengo oportunidad, se lo digo al Papa". A los pocos días, en una audiencia de Juan Pablo II con universitarios, el Papa iba saludando por el pasillo central del aula a los más cercanos. Cuando pasó cerca de este amigo, le dijo: "Santo Padre: en la plaza de San Pedro no está la Virgen, no está la Madonna ... ". Juan Pablo II lo pensó un momento y le contestó en castellano: "La Plaza no está completa ... Habrá que terminarla, habrá que terminarla ... ".

Al año siguiente, en 1981, el Papa inauguraba un mosaico grande dedicado a María, Madre de la Iglesia, que se encuentra en una fachada, sobre la plaza. "Me alegra inaugurar este testimonio de nuestro amor ( ... ), que todos los que vengan a esta plaza de San Pedro eleven la mirada a nuestra Señora, para dirigirle ( ... ) un saludo personal".

"Elemento fundamental y reconocible de toda vocación al sacerdocio y a la vida consagrada es la amistad con Cristo. Jesús vivía en constante unión con el Padre, y esto era lo que suscitaba en los discípulos el deseo de vivir la misma experiencia, aprendiendo de Él la comunión y el diálogo incesante con Dios. Si el sacerdote es el “hombre de Dios”, que pertenece a Dios y que ayuda a conocerlo y amarlo, no puede dejar de cultivar una profunda intimidad con Él, permanecer en su amor, dedicando tiempo a la escucha de su Palabra. La oración es el primer testimonio que suscita vocaciones. Como el apóstol Andrés, que comunica a su hermano haber conocido al Maestro, igualmente quien quiere ser discípulo y testigo de Cristo debe haberlo “visto” personalmente, debe haberlo conocido, debe haber aprendido a amarlo y a estar con Él".Benedicto XVI

LA DIVINA MISERICORDIA DE JESÚS


Por su dolorosa Pasión,
 ten misericordia de nosotros
y del mundo entero.

martes, 25 de octubre de 2011

ORAR CON SANTA RAFAELA




3.-Cántico: Bendito seas Dios
Antífona: Todos los bienes nos vienen por Jesucristo. Por sus méritos deben pedirse todas las cosas. (S. Rafaela)
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo,
porque nos ha bendecido en la persona de Cristo
con toda clase de bienes espirituales y celestiales.
  • Todos:  Todos los bienes…
El nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo,
para que fuésemos santos e irreprochables ante El por el amor,
el nos ha destinado en la persona de Cristo,
por pura iniciativa suya, a ser sus hijos,
para que la gloria de su gracia, que tan generosamente
nos ha concedido en su querido Hijo redunde en alabanza suya.
  • Todos:…
Este es el plan que había proyectado realizar por Cristo,
cuando llegara el momento culminante:
recapitular en Cristo todas las cosas.
  • Todos:…
Gloria…
“El corazón de una Esclava

no debe circunscribirse a un número determinado de personas,

sino al mundo entero, que todos en él

son hijos del Sagrado Corazón…”

Santa Rafaela María

martes, 11 de octubre de 2011

"HAGAN ESTO EN MEMORIA MIA"

Jesús

Gabriel's Oboe Ennio Morricone

ORAR CON SANTA RAFAELA



 Grandeza y bondad de Dios
Antífona: Veo a Dios muy grande y a mí, pequeñísima. Y me gozo, porque esto es ver lo que es Dios y lo que soy yo.


Viéndome pequeña estoy en mi centro,
porque veo lo que hace Dios en mí y en mis cosas,
que es lo que yo quiero.

Dios me ama muchísimo, con privilegio especial.
verdaderamente ha hecho prodigios a favor mío,
por su sola misericordia, con la que me acoge siempre.
su amor y sus méritos alcanzan a todos los hombres,
¡cómo que somos sus hijos!.

Por El nunca queda el dar a manos llenas,
somos nosotros los que no sabemos acoger las horas de gracia:
los que cortamos el hilo de sus misericordias:
con nuestro poco agradecimiento y generosidad.

A Dios le roba el corazón el humilde y el sencillo.
se vale de los pequeños para enseñar a los grandes,
porque le agrada en sus obras valerse de quien no es
y sujetar al que es,
para que todo se atribuya sólo a El,
a El la gloria por siempre sin fin, sin fin.
Gloria…


miércoles, 21 de septiembre de 2011

LOS POBRES: OCUPATE DE ELLOS, CUANDO SE VE LA MISERIA DE CERCA SE ABLANDA EL CORAZÓN Y SE RECONOCE LA BONDAD DE DIOS.

domingo, 18 de septiembre de 2011

JESÚS Y MARÍA A NUESTRO LADO

"Con Jesús y María a mi lado lo puedo todo. ¡Sería todo tan fácil si acudiéramos a la Señora! A mí me ha sacado adelante en muchas ocasiones".
San Rafael ocso.

jueves, 1 de septiembre de 2011

ORAR CON SANTA RAFAELA

2.-El da a manos llenas
Antífona:  Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.
Si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles.
Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. 
Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde,
que comáis el pan de vuestros sudores.
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
Por el Señor nunca queda el dar a manos llenas,
somoS nosotros los que cortamos el hilo de sus misericordias
con nuestro poco agradecimiento y generosidad.
Sea nuestra vida un tejido de fe y generosidad, de amor desinteresado, de confianza ciega, de sumisión alegre,
no viendo en todo lo que ocurre más que pruebas de predilección .
Todo lo que nos suceda, acojámoslo como don del amor de su Corazón…
Gloria…


miércoles, 31 de agosto de 2011

ORAR CON SANTA RAFAELA

1.-¡Qué alegría!
Antífona: Quiero ser la alegría del Señor. Aleluya.

¡Qué alegría cuando me dijeron: vamos a la casa del Señor!
Qué alegría sentirme llamada a vivir en este mundo como en un gran
templo y yo, como sacerdote de él,
puedo ofrecer continua alabanza por todo lo que de Dios recibo,
por haberme dado un corazón capaz de amarle…

¡Qué alegría poder ofrecer al Señor lo que me contraría de las criaturas,
sean cuales sean, porque si la ciencia de la cruz es fea en su exterior,
es la espada de dos filos que acaba con nuestro amor propio
y así nos lo has enseñado Tú, Señor Jesús, con tu ejemplo.

¡Qué alegría verme tan chica y saber que con instrumento tan rudo
Dios se vale para acrecentar su obra!

¡Qué alegría, Señor, porque me pides escribir mi historia en tu sola
mente sin preocuparme por aparecer a los ojos de nadie, ni a los míos propios…
Gloria…

Gabriel's oboe


lunes, 8 de agosto de 2011

SENDERO DE LA VIDA

El sufrimiento, Señor,
Siempre me ha dado miedo…
Y me lo sigue dando.
Pero debo confesar
Que el sufrimiento también me ha madurado.
Que algo ha cambiado en mí.

Creía yo que mi seguridad se fundaba
En la vitalidad física y en el éxito.
Sentía mi vida como si fuera un derecho,
Como una perspectiva sin fin,
Como si nunca hubiera de morir.

Pero la brutalidad del sufrimiento
Ha destrozado mis sueños
Y ha echado por tierra mis seguridades.
Estoy descubriendo una realidad distinta,
Una realidad más profunda.

He aprendido a reflexionar y a contemplar.
He descubierto el corazón de la vida:
La importancia de amar y ser amado;
La íntima satisfacción de poseer
Una más profunda sensibilidad
Y una fe más verdadera.

Pero no es fácil, Señor, y tú lo sabes,
Transformar el sufrimiento en sendero de vida.

A. Pangrazzi,

viernes, 5 de agosto de 2011

"DEBO TRABAJAR CON CELO DISCRETO Y CONSTANTE

POR ATRAER A TODOS A QUE CONOZCAN A CRISTO
Y LE SIRVAN.

AÚN MÁS: CON ORACIONES".

SANTA RAFAELA. APUNTES ESPIRITUALES. P. 1073

lunes, 1 de agosto de 2011

Contemplación para alcanzar Amor.

“Démosle todo, todo el corazón a Dios; no le quitemos nada, que es muy chico y Él muy grande; y no arrugado, sino rollizo, lleno todo de amor suyo y nada del nuestro propio”.
Santa Rafaela María del Sagrado Corazón

miércoles, 6 de julio de 2011

lunes, 4 de julio de 2011

Cantando Nuestra Esperanza: Amar y más amar

Cantando Nuestra Esperanza: Amar y más amar: "Componer un himno no es una tarea fácil. Más aún cuando se trata de reflejar una espiritualidad tan rica y viva como la de Santa Rafaela ..."

jueves, 30 de junio de 2011

FIESTA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

"...Lo más típico y singular de Santa Rafaela es que su santidad va derecha, como una flecha, al centro, al amor.
 No es la suya una acumulación de actos fervorosos o, incluso, de virtudes mejor o peor cultivadas. El centro, lo que da sentido a todo, es su amor a Dios, o, para ser más precisos: su "enamoramiento de Dios". Hay en Rafaela lo que es típico de todos los enamorados: ese entusiasmo, ese gozo, ese fervor, esa sensación plenificadora de amar y ser amada, que la hace prorrumpir en magníficas exageraciones, en dulcísimos estallidos cuando habla de su amado, de su esposo. Las citas tendrían que ser ahora infinitas. Recuerdo algunas: "Démosle todo, todo el corazón a Dios, no le quitemos nada, que es muy chico y El muy grande, y no arrugado, sin rollizo, lleno todo de amor suyo y nada del nuestro propio"(121). "Dios nos lleva por su mano, Madre, y su Providencia se palpa. Aunque estuviéramos siempre postradas dando gracias, nunca podríamos pagarle a Dios todo cuanto le debemos" (271). A una religiosa que por primera vez ha visto, en Cádiz, el mar, le dice: "Ya me figuraba yo que tan grata le habría de ser la vista del mar.¡Qué dicha tener un Dios tan grande! Y a ese Dios inmenso lo hemos de poseer en su lleno por toda la eternidad y ahora lo poseemos en el Santísimo Sacramento y viene todos los días a nuestro corazón. ¡Esto sí que es un mar sin fondo!"(304)...." José Luis Martín Descalzo

martes, 21 de junio de 2011

Santa Rafaela María

" No hay vida más santa que aquella que nos hace semejantes a Cristo y a su Santísima Madre".
Bodas de Caná-milagro del agua convertida en vino
"Hagan lo que El les diga"

miércoles, 8 de junio de 2011

miércoles, 1 de junio de 2011

Junio: Mes del Sagrado Corazón de Jesús



Adoramos el Corazón de Cristo porque es el corazón del Verbo encarnado, del Hijo de Dios hecho hombre
Autor: Teresa Fernández del Castillo | Fuente: Catholic.net


Explicación de la fiesta

La imagen del Sagrado Corazón de Jesús nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida.
Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.

La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que los católicos lo veneremos, lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.

Esto significa que debemos vivir este mes demostrandole a Jesús con nuestras obras que lo amamos, que correspondemos al gran amor que Él nos tiene y que nos ha demostrado entregándose a la muerte por nosotros, quedándose en la Eucaristía y enseñándonos el camino a la vida eterna.
Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.

Debemos vivir recordandolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).
Debemos, por tanto, pensan si las obras o acciones que vamos a hacer nos alejan o acercan a Dios.

Tener en casa o en el trabajo una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos ayuda a recordar su gran amor y a imitarlo en este mes de junio y durante todo el año.

Origen de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús

Santa Margarita María de Alacoque era una religiosa de la Orden de la Visitación. Tenía un gran amor por Jesús. Y Jesús tuvo un amor especial por ella.

Se le apareció en varias ocasiones para decirle lo mucho que la amaba a ella y a todos los hombres y lo mucho que le dolía a su Corazón que los hombres se alejaran de Él por el pecado.
Durante estas visitas a su alma, Jesús le pidió que nos enseñara a quererlo más, a tenerle devoción, a rezar y, sobre todo, a tener un buen comportamiento para que su Corazón no sufra más con nuestros pecados.

El pecado nos aleja de Jesús y esto lo entristece porque Él quiere que todos lleguemos al Cielo con Él. Nosotros podemos demostrar nuestro amor al Sagrado Corazón de Jesús con nuestras obras: en esto precisamente consiste la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.

Las promesas del Sagrado Corazón de Jesús:

Jesús le prometió a Santa Margarita de Alacoque, que si una persona comulga los primeros viernes de mes, durante nueve meses seguidos, le concederá lo siguiente:

1. Les daré todas las gracias necesarias a su estado (casado(a), soltero(a), viudo(a) o consagrado(a) a Dios).
2. Pondré paz en sus familias.
3. Los consolaré en todas las aflicciones.
4. Seré su refugio durante la vida y, sobre todo, a la hora de la muerte.
5. Bendeciré abundantemente sus empresas.
6. Los pecadores hallarán misericordia.
7. Los tibios se harán fervorosos.
8. Los fervorosos se elevarán rápidamente a gran perfección.
9. Bendeciré los lugares donde la imagen de mi Corazón sea expuesta y venerada.
10. Les daré la gracia de mover los corazones más endurecidos.
11. Las personas que propaguen esta devoción tendrán su nombre escrito en mi Corazón y jamás será borrado de Él.
12. La gracia de la penitencia final: es decir, no morirán en desgracia y sin haber recibido los Sacramentos.

Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Podemos conseguir una estampa o una figura en donde se vea el Sagrado Corazón de Jesús y, ante ella, llevar a cabo la consagración familiar a su Sagrado Corazón, de la siguiente manera:

Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.

Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.

Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.

Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.

Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.

Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.

Sugerencias para vivir la fiesta:
  • Poner una estampa del Sagrado Corazón de Jesús, algún pensamiento y la oración para la Consagración al Sagrado Corazón de Jesús.


  • Hacer una oración en la que todos pidamos por tener un corazón como el de Cristo.


  • Leer en el Evangelio pasajes en los que se podamos observar la actitud de Jesús como fruto de su Corazón.


  • Consulta también El Sagrado Corazón de Jesús, una devoción permanente y actual.

    Un corazón Traspasado

    viernes, 20 de mayo de 2011

    "El orden violado por la violencia y por el odio no podrá ser
    restaurado en el mundo más que por el amor sobrenatural
    por el prójimo y es esta restauración,
    este retomar de la justicia amante
    que constituye la esencia de la
    reparación".
    San Juan Pablo II

    miércoles, 18 de mayo de 2011

    Fiesta de Santa Rafaela María del Sagrado Corazón de Jesús.

    …”Veía yo como salir de Jesús un torrente de amor que parecía despeñarse hacia mi alma, pero al llegar a ella sólo podían alcanzarla algunas chispas porque se lo impedían obstaculillos que se interponían en el camino.
    Yo buscaba cuáles fuesen y entendí que el miedo que tenía a las ilusiones y el temor a pecar, que me tenían en continua lucha de espíritu.
    Y es así, que hace algún tiempo que nunca estoy tranquila por estos dos temores.
    Que más que ocuparme de tentaciones lo hiciese de obras. Esto es, que ligeramente o de prisa, quitase estorbos, y no me detuviese a mirar el agua detenida ni a remover el fondo que la enturbiaba.
    Como un claro arroyo que el hombre entendido quita los estorbos mayores para que corra con facilidad y no se vaya por los lados, porque sabe que la fuerza del agua sentará o llevará tras sí los menores; que así haría Dios en mi alma, que la fuerza del torrente arrastraría las imperfecciones, que lo dejase correr.”.

    domingo, 15 de mayo de 2011

    SALMO 22

    Un sentimiento de profunda confianza en Dios -expresado en un lenguaje de incomparable belleza poética- es la característica de este Salmo. En la primera parte (vs. 1-4), el salmista se vale de la imagen del “pastor” para describir su experiencia de la protección divina. En la segunda (vs. 5-6), los elementos simbólicos parecen entrecruzarse con la referencia a una situación concreta: el salmista, perseguido por sus enemigos (v. 5) se pone al amparo del Señor en el Templo (v. 6), y allí el Señor le brinda su hospitalidad, haciéndolo partícipe de su mesa (v. 5).
    32El Nuevo Testamento retoma la imagen del “pastor” para aplicarla a Cristo, el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas (Jn. 10). La tradición de la Iglesia ha visto en este Salmo una figura de los Sacramentos de la Iniciación cristiana.

    EL BUEN PASTOR
     Salmo de David.
     El Señor es mi pastor,
     nada me puede faltar.
     Él me hace descansar en verdes praderas,
     me conduce a las aguas tranquilas
     y repara mis fuerzas;
     me guía por el recto sendero,
     por amor de su Nombre. 
     Aunque cruce por oscuras quebradas,
     no temeré ningún mal,
     porque tú estás conmigo:
     tu vara y tu bastón me infunden confianza.
     Tú preparas ante mí una mesa,
     frente a mis enemigos;
     unges con óleo mi cabeza
     y mi copa rebosa.
     Tu bondad y tu gracia me acompañan
     a lo largo de mi vida;
     y habitaré en la Casa del Señor,
    por muy largo tiempo.

    domingo, 17 de abril de 2011

    Pedro Casaldáliga.

    Mis insignias episcopales

    TU MITRA
    será un sombrero de paja sartanejos;
    el sol y la luna;
    la lluvia y el sereno;
    el pisar de los pobres con quien caminas
    y el pisar glorioso de Cristo, el Señor.

    TU BÁCULO
    será la verdad del Evangelio
    y la confianza de tu pueblo en ti.

    TU ANILLO
    será la fidelidad a la Nueva Alianza del Dios Liberador
    y la fidelidad al pueblo de esta tierra.

    No tendrás otro ESCUDO
    que la fuerza de la Esperanza
    y la libertad de los hijos de Dios.

    No usarás otros GUANTES
    que el servicio del Amor.

    viernes, 15 de abril de 2011

    "A partir de entonces, decidieron darle muerte"
            Señor, todo esto que tu nos enseñas puede parecernos muy difícil, demasiado pesado, si tu hubieras hablado desde otra tribuna; pero desde que nos enseñas más por el ejemplo que por palabra, Tú que eres "Señor y Maestro" (Jn 13,14), ¿cómo nos atreveremos a decir  lo contrario, nosotros que somos los siervos y los aprendices? Lo que dices es perfectamente cierto, lo que ordenas perfectamente justo. Esta Cruz desde donde hablas da testimonio. Esta sangre fluyendo también da testimonio; Gritó con todas sus fuerzas (Gn 4.10). Y, finalmente, incluso la muerte: si ha podido rasgar el velo del templo a distancia y la separación de las piedras más consistentes (Mt 27,51), ¿qué no hará por ella misma y más aún por el corazón de los creyentes?...

            Señor, queremos devolverte amor por amor; y si el deseo de seguirte no procede todavía de nuestro amor por ti, porque es muy débil, por lo menos que nuestro amor provenga de tu amor. Si nos atraes hacia ti, "nosotros correremos tras el olor de tus perfumes" (Ct 1,4 LXX): Nosotros no deseamos solamente amarte, te seguimos, y estamos decididos a despreciar este mundo...  puesto que vemos que Tú, nuestro líder, no te has dejado capturar por los placeres de esta vida. Te hemos visto enfrentar la muerte, no en una cama, sino sobre el madero de ajusticiado; y aunque eres rey, no quisiste tener otro trono que este patíbulo... Atraídos por tu ejemplo de rey sabio, rechazamos la llamada de este mundo y sus lujos, y tomando tu cruz sobre nuestros hombros, proponemos seguirte, sólo a Ti...Danos la ayuda necesaria; Haz que seamos lo suficientemente fuertes para seguirte.

    Comentario de san Roberto Belarmino

    miércoles, 30 de marzo de 2011

    Alma de Cristo (San Ignacio de Loyola)

    Alma de Cristo, santifícame.
    Cuerpo de Cristo, sálvame.
    Sangre de Cristo, embriágame.
    Agua del costado de Cristo, lávame.
    Pasión de Cristo, confórtame.
    ¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
    Dentro de tus llagas, escóndeme.
    No permitas que me aparte de Ti.
    Del enemigo, defiéndeme.
    En la hora de mi muerte, llámame.
    Y mándame ir a Ti.
    Para que con tus santos te alabe.
    Por los siglos de los siglos. Amén.

    sábado, 26 de marzo de 2011

    "Nuestro corazón no puede limitarse a un número determinado de personas, sino al mundo entero. Que todos son hijos del Corazón de Dios, y todos le han costado su Sangre, que es muy preciosa para dejar que se pierda una sola gota".
     Santa Rafaela María del Sagrado Corazón.