jueves, 15 de octubre de 2009

A corazón abierto, Javier Albisu, sj. (III)

Mirar con el corazón

Mirar con el corazón
es acercar la vida compasiva y humana.
Es mirar hasta que aquello que miramos,
nos toque bien al fondo las entrañas.
Es abrazar lo que al pasar con la mirada,
con sus brazos extendidos nos reclama.
Es ver la oscuridad de más cerrada,
y dar a luz entonces la caridad que hermana.


Mirar con el corazón
es mirar más allá de la apariencia y la fachada.
Más allá de lo que dan y lo que hablan.
Más allá de lo que son y lo que callan.
Es mirar desde un amor primero que es gratuito y se regala.
Es corregir en el corazón, lo que en la cabeza se desfasa.
Es desnudar en el amor, lo que el pecado, allí disfraza.


Mirar con el corazón
es soñar con el niño, lo que el mundo sea hoy y aún pueda ser mañana.
Es aprender del anciano que el tiempo se nos pasa,
y agacharse como él, para su huella besarla.
Es mirar lo que aún no nace, y ya en deseos, se acunaba.
Es mirar al que ha partido y su recuerdo aún acompaña.


Mirar con el corazón
es abrir de par en par la casa
para hospedar al que ha venido y hace tiempo se esperaba.
Es entrar en casa ajena como invitado y muy indigno,
para sentarse a la mesa porque un sitio nos dejaran.


Mirar con el corazón
es encontrar a Dios que había venido,
pero escondido estaba. 


No hay comentarios: