domingo, 11 de octubre de 2015

De la bula de convocatoria al AÑO DE LA MISERICORDIA.

n° 17.-..."Nunca me cansaré de insistir en que los confesores sean un verdaderos signos de la misericordia, del Padre. Ser confesores no se improvisa. Se llega a serlo cuando, ante todo, nos hacemos nosotros penitentes en busca de perdón. Nunca olvidemos que ser confesores significa participar de la misma misión de Jesús y ser signo concreto de la continuidad de un amor divino que perdona y que salva..... "

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