...darle cuanta mayor gloria pudiera...
“No sólo me entregué incondicionalmente a la gloria del Sagrado Corazón de Jesús, sino que propuse y le prometí darle cuanta mayor gloria pudiera, aunque me costase la honra y la vida, con su santísima gracia. Salí muy animosa y alegre de poder hacer algo por mi Capitán Jesús, sobre todo ponerlo a la adoración de los pueblos…” Apuntes Espirituales, 10, Ejercicios 1892
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