Mensaje del 25 de octubre de 2011 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina
Comentario del padre Jozo Zovko sobre el mensaje del día 25 octubre
2011, de la Reina de la Paz dado a la vidente María Pavlovic - Lunetti
¡Queridos hermanos y hermanas, querida familia orante de la Visitación de
María!
Entremos simplemente en la profundidad de las palabras maternales, y a través
de Sus palabras, hacia la profundidad de Su amor. Ella comienza el mensaje en la
forma usual – “¡Queridos hijos!” - Sin embargo, la continuación no es usual. Ella
nos mira con Sus ojos maternales, a los que nuestro corazón y nuestro ser
interior no pueden ocultársele o enmascararse. Nuestro maquillaje, nuestra
apariencia no pueden esconderse de los ojos de la Madre que nos ama. Porque Su
corazón mira dentro de nuestros corazones y no encuentra alegría allí.
San Francisco dice: “¡El hombre ha sido creado para la alegría, y la alegría para el
hombre!” Sí, estamos creados para la alegría y esa alegría esta en mi Dios. ¡Cuán
fácilmente el hombre comete un error! Generalmente el piensa que la alegría esta
en hacer lo que a él le da placer. El está feliz cuando hace lo que quiere, cuando
él concientemente elije el camino, el programa y los trabajos que lo hacen feliz.
Pero nuestro camino y nuestra elección deben estar siempre dentro de una buena
conciencia y de acuerdo con la voluntad de Dios. El hombre es feliz solamente si
esta contento y despreocupado en su corazón y en su conciencia. Entonces un
hombre que es consistente con sus programas, debe también aprender cómo
sufrir. Aquel que no conoce el sufrimiento, tampoco conoce el gozo. La alegría se
adquiere y se guarda en el corazón como el mayor don de Dios. Cada pecado
ataca y hiere la alegría - especialmente el odio, los celos, la envidia, el egoísmo,
la soberbia y toda forma de fornicación-.
El sabio B. Pascal, sostiene que una gota de amor y de alegría es más que un
océano de conocimiento. Lo que él quiere significar es que la razón y el
fundamento de nuestra alegría no se encuentra en nuestra mente sino en un
corazón sereno y en una conciencia clara.
Nuestra Señora no ve alegría en nuestros corazones. ¡¿Quiénes pueden o deben
estar más alegres y despreocupados que nosotros?! Si nosotros observamos la
inmensa multitud de peregrinos en Medjugorje, nuestros corazones se llenan de
alegría porque eso es la iglesia caminando hacia Dios – la iglesia peregrina que
desea quitarse la vestimenta de un hombre triste y pecador y vestirse de hombre
alegre y feliz. Cada persona que no observa con admiración y gratitud a los fieles,
los peregrinos, poniéndose de rodillas y yendo a confesarse, no puede ser feliz.
Un hombre o parroquiano indiferente no puede ser feliz en Medjugorje.
Los peregrinos son un don para nosotros, obtenidos mediante la oración, un don
a través del cuál el gozo, la paz, la bendición y la fe fluyen hacia nosotros. Por
ende, debemos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Cómo veo a los peregrinos?, a
los valientes peregrinos quienes durante meses, semanas y días, paso a paso,
oración tras oración, caminan hacia Medjugorje. ¿Cómo miran nuestros hijos, la
segunda y tercera generación, a los peregrinos? ¿Son estos extranjeros de los
cuáles tenemos que obtener dinero? o son aquellos que nos han sido mandados
para que les demos nuestro testimonio, para que mediante nuestra vida y oración
podamos decirles y testimoniar la BUENA NOTICIA DE MEDJUGORJE.
Nuestra Señora no duda en decirnos en la cara: ¡En sus corazones no veo alegría!
Cuando ustedes no tienen alegría en el corazón, no pueden dar testimonio a otros
acerca de su experiencia y de su encuentro con la Reina de la Paz en Medjugorje.
Algo esta mal en nosotros cuando nuestro corazón no tiene alegría, a pesar de
estar observando la enorme multitud de creyentes que vienen y se llevan esa
alegría en el corazón, mientras dejan atrás sus costumbres pecadoras y el pecado
y comienzan realmente una nueva vida que han descubierto y encontrado en
Medjugorje.
Armonicemos nuestras vidas con los mensajes de la Reina de la Paz, así la alegría
fluirá de nuestros corazones, de nuestros ojos, de nuestros encuentros y de
nuestra familia. Renovemos la alegría de nuestros corazones mediante el ayuno y
la oración, la conversión diaria como en los primeros días de las apariciones.
Si alguien nos puede dar hoy la alegría que tanto añoramos, es Ella, Nuestra
Madre y la Reina de la Paz. Ella desea darnos la alegría, la misma alegría que los
apóstoles y los discípulos recibieron del Señor Resucitado y la que mantuvieron
durante todas sus vidas.
¿Quién puede permanecer indiferente a las palabras de una Madre como Ella? que
nos dice: “Los amo y oro por su conversión…”. Nuestra querida Madre, nosotros
también te amamos y lo demostraremos viviendo tus mensajes con entusiasmo y
viviendo el evangelio de tu Hijo. No nos sintamos perdidos, ni tristes, esto es
estar sin alegría mientras observamos las multitudes que se convierten.
Este mes oraremos por las siguientes intenciones
:
1- Por el consuelo y la alegría de todos los que vienen a Medjugorje con un
corazón roto; por la cura de cada desilusión y desconfianza hacia Dios y hacia los
hombres.
2- Por nuestra comunidad, para que ninguno de nosotros sea jamás un
sembrador y propagador de mensajes negativos, tristes o con maldad; que
ninguno entre nosotros sea un destructor de la paz, del amor, del gozo y de la
alegría en los corazones de las personas; que solamente seamos siempre un
signo de esperanza y seamos modelos en el camino de la vida.
3- Por los videntes, los miembros de la Comisión, por los parroquianos y todos los
habitantes de Medjugorje para que no se olviden de su misión y de su dignidad.
Queridos hermanos y hermanas, que nos abramos al mensaje de la Madre, y que
la alegría, la paz y el amor fluyan de Su Corazón al nuestro.
26 OCT 2011, Siroki Brijeg
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