lunes, 5 de abril de 2010

Vivir es amar....Amar es vivir.

“Cuando vivimos del aliento de Dios, podemos reconocer con placer que el mismo aliento que nos mantiene vivos es también fuente de vida de nuestros hermanos y hermanas. Este descubrimiento hace desaparecer nuestro temor al prójimo, hace deponer nuestras armas y nos trae una sonrisa a los labios. Cuando reconocemos el aliento de Dios en los demás, podemos dejar que entren en nuestra vida y recibir los regalos que nos ofrecen” . Henry Nowen

"En el amor al prójimo no puedo estar siempre preguntándome por los motivos que pueda haber detrás de él. Sabemos, naturalmente, que tras nuestra ayuda se esconde a veces deseo de poder-nos sentimos más fuertes que aquellos a quienes ayudamos-. Pero no podemos dejar de ayudar a base de problematizarlo todo. Pues, si así lo hacemos, nos quedaremos solos y aislados. El simple hecho de amar al prójimo me hace mucho bien". Anselm Grum

"El hombre está dividido contra sí y contra Dios por su egoísmo que lo divide de sus hermanos. Esta división no puede ser sanada por un amor que se coloca solitario en uno de los dos lados de la hendidura; el amor debe alcanzar ambos lados para poder juntarlos. No podemos amarnos a nosotros mismos si no amamos a los otros; y no podemos amar a otros si no nos amamos a nosotros mismos. Mas un amor egoísta de nosotros mismos nos vuelve incapaces de amar a otros. La dificultad de este mandamiento ("Amarás a tu prójimo como a ti mismo") radica en la paradoja de que tendríamos que amarnos in-egoístamente porque aun el amor a nosotros mismos es algo que debemos a otros. Esta verdad nunca es clara mientras presumimos que cada uno de nosotros, individualmente considerado, es el centro del universo. No existimos sólo para nosotros, y únicamente cuando estamos plenamente convencidos de esta verdad comenzamos a amarnos adecuadamente y así también amamos a otros. ¿Qué quiere decir amarnos adecuadamente? Lo primero, desear vivir, aceptar la vida como un inmenso don y un gran bien, no por lo que ella nos da, sino porque nos capacita para dar a otros". Tomas Merton.

No hay comentarios: