sábado, 8 de marzo de 2025

AMOR A LA VIRGEN MARÍA - SANTA TERESA DE LISIEUX

 



Por la tarde, fui yo la encargada de pronunciar el acto de consagración a la

Santísima Virgen. Era justo que yo, que había sido privada tan joven de la

madre de la tierra, hablase en nombre de mis compañeras a mi Madre del

cielo. Puse toda mi alma al hablarle y al consagrarme a ella, como una

niña que se arroja en los brazos de su Madre y le pide que vele por ella. Y

creo que la Santísima Virgen debió de mirar a su florecita y sonreírle. ¿No

la había curado ella con su sonrisa visible...? ¿No había ella depositado en

el cáliz de su florecita a su Jesús, la Flor de los campos y el Lirio de los

valles...?

HISTORIA DE UN ALMA. SANTA TERESA DE LISIEUX