Oramos con santa Rafaela María
“Esto es mi cuerpo... Haced esto en memoria mía”
Como tantas veces en mi vida,
he escuchado en la Eucaristía estas
palabras,
palabras que me hablan de tu amor hasta la muerte
y que yo escucho a veces vencido por la rutina.
Hoy quiero acogerlas como Rafaela María.
Dame, Señor,
ojos nuevos
para verte y
mirarte “como el que sirve”,
arrodillado a los pies de todos, lavando y curando
heridas.
Y hazme valiente para imitar
tus gestos:
lavar, curar, acariciar...
ceder el primer puesto, renunciar a
ambiciones,
suavizar convivencias, posibilitar la alegría.
Así lo hizo ella, Rafaela María.
“Esto es mi cuerpo... Haced esto en memoria mía”
Dame, Señor,
constancia y humildad
para hacer
en mi ambiente la unidad de tu cuerpo,
para
reconstruir una y otra vez
la ilusión
de una fraternidad abierta y comprometida, alentando
esperanzas, suscitando utopías.
Hago memoria de tu Sangre preciosa, derramada por
muchos...
Me anima también
el recuerdo de Rafaela María,
dispuesta siempre
a dar la vida por la unión y la paz.
Modelar mi
vida, Señor, a tu vida
-tu vida en el tiempo, nuestro pequeño tiempo;
tu vida entregada
en la Eucaristía-
abre mi
corazón a dimensiones nuevas:
los intereses
de tu Corazón que abraza a todos los hombres.
Como Rafaela María, en espíritu y en verdad,
quiero adorar tu Presencia de Resucitado :
presencia de siervo y Señor, de
Dios y de amigo
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