“Debo tener en todas mis acciones presente que estoy en este mundo como en un gran templo, y que yo, como sacerdote de él, debo ofrecerle continuo sacrificio en lo que me contrarían las criaturas, sean cuales sean, y continua alabanza en las que me satisfagan, y siempre todo a mayor gloria de Dios, que es el fin para que nos ha puesto en este mundo”.
Apuntes Espirituales de Santa Rafaela María. Ejercicios Espirituales 1905. (Principio y Fundamento)