No es chacota la vida.
La tomarás en serio,
como lo hace la ardilla, por ejemplo,
sin esperar ayuda ni de aquí ni de allá.
Tu más serio quehacer será vivir.
No es chacota la vida.
La tomarás en serio,
pero en serio a tal punto
que, puesto contra un muro, por ejemplo,
con las manos atadas,
o en un laboratorio,
de guardapolvo blanco y con grandes anteojos,
tú morirás porque vivan los hombres,
aún aquellos hombres
cuyo rostro ni siquiera conoces.
Y morirás sabiendo, ya sin ninguna duda,
que nada es más hermoso,más cierto que la vida.
La tomarás en serio,
pero en serio a tal punto
que a los setenta años, por ejemplo,
plantarás olivares,
no para que le queden a tus hijos,
sino porque, aunque temas a la muerte,
ya no creerás en ella,
puesto que en tu balanza
la vida habrá pesado mucho más.
Nazim Hikmet (turco, 1902-1965)
lunes, 26 de agosto de 2013
miércoles, 14 de agosto de 2013
de los apuntes espirituales de Santa Rafaela María
“…haré por imitar a esta santísima Familia y nada será capaz de bambolearme. Cuanto más apretada, más confiada y más abandonada en Dios y muy asida a El por la oración, la que debe ser siempre mi alimento y ni por nada ni por nadie abandonarla. Y si estoy como abandonada de Dios, colgarme más de El y rendirle a pura fuerza”.
Apuntes Espirituales de Santa Rafaela María. Ejercicios Espirituales 1890.(2º Semana)
jueves, 8 de agosto de 2013
optimismo...
“Tengo mi propia versión del optimismo. Si no puedo cruzar una puerta, cruzaré otra o haré otra puerta. Algo maravilloso vendrá, no importa lo oscuro que esté el presente.”
Rabindranath Tagore
lunes, 5 de agosto de 2013
La belleza y la fealdad. Jalil Gibran
La belleza y la fealdad
Cierto día se encontraron a la orilla del mar la Belleza y la Fealdad. Decididas a darse un baño, se quitaron sus ropajes y se sumergieron en las aguas del mar.
Después de un rato, la Fealdad salió del agua, se vistió con la ropa de la Belleza y siguió su camino. Cuando salió la Belleza, no pudiendo encontrar sus ropajes y siendo muy tímida para caminar desnuda, se vistió con los de la Fealdad y continuó también su camino.
Desde aquel momento los seres humanos las confunden y mezclan una con otra. Sin embargo, hay personas que han contemplado la cara de la Belleza y la reconocen sin importarles los ropajes que lleven puestos. Y hay quienes reconocen la cara de la Fealdad sin dejarse engañar por los ropajes que lleve.
Gibran Jalil Gibran.
Cierto día se encontraron a la orilla del mar la Belleza y la Fealdad. Decididas a darse un baño, se quitaron sus ropajes y se sumergieron en las aguas del mar.
Después de un rato, la Fealdad salió del agua, se vistió con la ropa de la Belleza y siguió su camino. Cuando salió la Belleza, no pudiendo encontrar sus ropajes y siendo muy tímida para caminar desnuda, se vistió con los de la Fealdad y continuó también su camino.
Desde aquel momento los seres humanos las confunden y mezclan una con otra. Sin embargo, hay personas que han contemplado la cara de la Belleza y la reconocen sin importarles los ropajes que lleven puestos. Y hay quienes reconocen la cara de la Fealdad sin dejarse engañar por los ropajes que lleve.
Gibran Jalil Gibran.
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