Mis insignias episcopales
TU MITRA
será un sombrero de paja sartanejos;
el sol y la luna;
la lluvia y el sereno;
el pisar de los pobres con quien caminas
y el pisar glorioso de Cristo, el Señor.
TU BÁCULO
será la verdad del Evangelio
y la confianza de tu pueblo en ti.
TU ANILLO
será la fidelidad a la Nueva Alianza del Dios Liberador
y la fidelidad al pueblo de esta tierra.
No tendrás otro ESCUDO
que la fuerza de la Esperanza
y la libertad de los hijos de Dios.
No usarás otros GUANTES
que el servicio del Amor.
domingo, 17 de abril de 2011
viernes, 15 de abril de 2011
"A partir de entonces, decidieron darle muerte"
Señor, todo esto que tu nos enseñas puede parecernos muy difícil, demasiado pesado, si tu hubieras hablado desde otra tribuna; pero desde que nos enseñas más por el ejemplo que por palabra, Tú que eres "Señor y Maestro" (Jn 13,14), ¿cómo nos atreveremos a decir lo contrario, nosotros que somos los siervos y los aprendices? Lo que dices es perfectamente cierto, lo que ordenas perfectamente justo. Esta Cruz desde donde hablas da testimonio. Esta sangre fluyendo también da testimonio; Gritó con todas sus fuerzas (Gn 4.10). Y, finalmente, incluso la muerte: si ha podido rasgar el velo del templo a distancia y la separación de las piedras más consistentes (Mt 27,51), ¿qué no hará por ella misma y más aún por el corazón de los creyentes?...
Señor, queremos devolverte amor por amor; y si el deseo de seguirte no procede todavía de nuestro amor por ti, porque es muy débil, por lo menos que nuestro amor provenga de tu amor. Si nos atraes hacia ti, "nosotros correremos tras el olor de tus perfumes" (Ct 1,4 LXX): Nosotros no deseamos solamente amarte, te seguimos, y estamos decididos a despreciar este mundo... puesto que vemos que Tú, nuestro líder, no te has dejado capturar por los placeres de esta vida. Te hemos visto enfrentar la muerte, no en una cama, sino sobre el madero de ajusticiado; y aunque eres rey, no quisiste tener otro trono que este patíbulo... Atraídos por tu ejemplo de rey sabio, rechazamos la llamada de este mundo y sus lujos, y tomando tu cruz sobre nuestros hombros, proponemos seguirte, sólo a Ti...Danos la ayuda necesaria; Haz que seamos lo suficientemente fuertes para seguirte.
Señor, queremos devolverte amor por amor; y si el deseo de seguirte no procede todavía de nuestro amor por ti, porque es muy débil, por lo menos que nuestro amor provenga de tu amor. Si nos atraes hacia ti, "nosotros correremos tras el olor de tus perfumes" (Ct 1,4 LXX): Nosotros no deseamos solamente amarte, te seguimos, y estamos decididos a despreciar este mundo... puesto que vemos que Tú, nuestro líder, no te has dejado capturar por los placeres de esta vida. Te hemos visto enfrentar la muerte, no en una cama, sino sobre el madero de ajusticiado; y aunque eres rey, no quisiste tener otro trono que este patíbulo... Atraídos por tu ejemplo de rey sabio, rechazamos la llamada de este mundo y sus lujos, y tomando tu cruz sobre nuestros hombros, proponemos seguirte, sólo a Ti...Danos la ayuda necesaria; Haz que seamos lo suficientemente fuertes para seguirte.
Comentario de san Roberto Belarmino
jueves, 14 de abril de 2011
martes, 5 de abril de 2011
lunes, 4 de abril de 2011
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