PARTICIPACIóN ACTIVA
"El Concilio Vaticano II puso un énfasis particular en la participación activa, plena y fructuosa de todo el Pueblo de Dios en la celebración eucarística". Y en esto han habido notables progresos, afirma el Papa; pero al mismo tiempo añade: "Conviene aclarar que con estas palabras no se quiere hacer referencia a una simple actividad externa durante la celebración". Y ejemplifica citando el Concilio: "Los fieles, instruidos por la Palabra de Dios, den gracias a Dios, aprendan a ofrecerse a sí mismos al ofrecer la hostia inmaculada y se perfeccionen día a día en la unidad con Dios y entre sí" (n. 52). La participación interior y activa "es favorecida por ejemplo, por el recogimiento y el silencio, al menos unos instantes antes de comenzar la liturgia, el ayuno y, cuando sea necesario, la confesión sacramental". El Papa recuerda que la Comunión, que es la plena participación en la Eucaristía, tampoco debe ser "automática, como si por el solo hecho de encontrarse en la Iglesia durante la liturgia se tenga ya el derecho o quizás incluso el deber de acercarse a la Mesa eucarística. Aun no pudiendo comulgar, la participación en la Misa sigue siendo necesaria, válida, significativa y fructuosa; se puede recurrir a la comunión espiritual" (n. 55).SACRAMENTUM CARITATIS
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