viernes, 20 de mayo de 2011

"El orden violado por la violencia y por el odio no podrá ser
restaurado en el mundo más que por el amor sobrenatural
por el prójimo y es esta restauración,
este retomar de la justicia amante
que constituye la esencia de la
reparación".
San Juan Pablo II

miércoles, 18 de mayo de 2011

Fiesta de Santa Rafaela María del Sagrado Corazón de Jesús.

…”Veía yo como salir de Jesús un torrente de amor que parecía despeñarse hacia mi alma, pero al llegar a ella sólo podían alcanzarla algunas chispas porque se lo impedían obstaculillos que se interponían en el camino.
Yo buscaba cuáles fuesen y entendí que el miedo que tenía a las ilusiones y el temor a pecar, que me tenían en continua lucha de espíritu.
Y es así, que hace algún tiempo que nunca estoy tranquila por estos dos temores.
Que más que ocuparme de tentaciones lo hiciese de obras. Esto es, que ligeramente o de prisa, quitase estorbos, y no me detuviese a mirar el agua detenida ni a remover el fondo que la enturbiaba.
Como un claro arroyo que el hombre entendido quita los estorbos mayores para que corra con facilidad y no se vaya por los lados, porque sabe que la fuerza del agua sentará o llevará tras sí los menores; que así haría Dios en mi alma, que la fuerza del torrente arrastraría las imperfecciones, que lo dejase correr.”.

domingo, 15 de mayo de 2011

SALMO 22

Un sentimiento de profunda confianza en Dios -expresado en un lenguaje de incomparable belleza poética- es la característica de este Salmo. En la primera parte (vs. 1-4), el salmista se vale de la imagen del “pastor” para describir su experiencia de la protección divina. En la segunda (vs. 5-6), los elementos simbólicos parecen entrecruzarse con la referencia a una situación concreta: el salmista, perseguido por sus enemigos (v. 5) se pone al amparo del Señor en el Templo (v. 6), y allí el Señor le brinda su hospitalidad, haciéndolo partícipe de su mesa (v. 5).
32El Nuevo Testamento retoma la imagen del “pastor” para aplicarla a Cristo, el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas (Jn. 10). La tradición de la Iglesia ha visto en este Salmo una figura de los Sacramentos de la Iniciación cristiana.

EL BUEN PASTOR
 Salmo de David.
 El Señor es mi pastor,
 nada me puede faltar.
 Él me hace descansar en verdes praderas,
 me conduce a las aguas tranquilas
 y repara mis fuerzas;
 me guía por el recto sendero,
 por amor de su Nombre. 
 Aunque cruce por oscuras quebradas,
 no temeré ningún mal,
 porque tú estás conmigo:
 tu vara y tu bastón me infunden confianza.
 Tú preparas ante mí una mesa,
 frente a mis enemigos;
 unges con óleo mi cabeza
 y mi copa rebosa.
 Tu bondad y tu gracia me acompañan
 a lo largo de mi vida;
 y habitaré en la Casa del Señor,
por muy largo tiempo.