viernes, 1 de enero de 2010

Beato Pedro Fabro, sj y Bernardo de Hoyos sj

Espiritualidad del Beato Fabro: Puede reducirse a tres puntos clave:

  • los Ejercicios (en los que era un verdadero experto. San Ignacio dijo de él que era quien mejor los daba),


  • la conversación espiritual y


  • el amor y culto a los santos ángeles.

Al beato Fabro se le representa caminando con la mirada puesta en el cielo, un bastón en su mano derecha y el sombrero en la izquierda, y rodeado de ángeles. Sintió siempre una gran devoción por los santos ángeles. Se encomendaba a ellos en sus viajes. No sólo se encomendaba a su Angel de Guarda, sino también a los ángeles protectores de las regiones y países por donde caminaba. Y así escribe en su Memorial: "...llegando a algún lugar, tomaste modo de rogar a Nuestro Señor que te diese gracia para que el Arcángel de ese señorío nos fuese propicio con todos los ángeles custodios de sus habitantes....Y así propuse hacer en cualquier reino y principado; es decir, encomendarme a los ángeles custodios y a los santos principalmente honrados en tal Provincia o Señorío...; de esto me voy aprovechando cada vez que quiero rogar en especial por algún lugar o Reino".

Esta devoción a los santos ángeles rebosa su Memorial. Como escribe el P. Testore en su biografía: "¿Se trataba de aconsejar a algún alma indecisa o de dar alguna dirección acertada? Antes de abrir sus labios, abría su corazón, rogando con afecto al Angel de la Guarda de la persona interesada para que dispusiera su ánimo a entender y a decidirse a la obra. ¿Se le encargaba predicar? Invocaba primero a los Angeles Custodios de sus oyentes para que la buena semilla produjera su fruto." Lo mismo hará Bernardo (de Hoyos sj) casi doscientos años después.

Su conversación: Junto con los Ejercicios y la devoción a los Santos Angeles, se distinguió el beato Fabro por su conversación espiritual, amena y apostólica. Fue quizás su "carisma" peculiar. Poseía una finura de trato tan llamativa que todos querían ser amigos suyos, una vez que habían experimentado el bien y la paz que les dejaban sus palabras, llenas siempre de comprensión, de estima y afecto; incluso los que en un principio se le mostraban hostiles. Espiguemos algunos pasajes de su Memorial: "Por el camino de Valladolid a Madrid se me ofreció instruir a un anciano de aquellos a quienes los españoles llaman "romeros" (es decir, peregrinos)También me fue dado consolar a una señora, que estaba completamente desolada, que me abrió toda su ánima".
Y no sólo con los caminantes que topaba en su trayecto, sino que aprovechaba la estancia en las posadas para hacer el bien y conversar con los que allí se alojaban. Así lo expresa él mismo en su Memorial: "En las posadas se me daba inspiración para edificar en la doctrina y exhortación..., dejando vestigios de buena y santa conversación." Y da la razón: porque "somos deudores de todos los hombres en todo estado y lugar, así como del Señor, de quien somos cooperadores".

Bernardo de Hoyos, sj

“Saqué de la librería este tomo el domingo. Yo, que no había oído jamás tal cosa, empecé a leer el origen del culto del Corazón de Jesús, y sentí en mi espíritu un extraordinario movimiento, fuerte, suave y nada arrebatado ni impetuoso, con el cual me fui luego al punto delante del Señor Sacramentado a ofrecerme a su Corazón, para cooperar cuanto pudiese, a lo menos con oraciones, a la extensión de su culto.
No pude echar de mí este pensamiento hasta que, adorando la mañana siguiente al Señor en la hostia consagrada, me dijo clara y distintamente que quería, por mi medio, extender el culto de su Corazón sacrosanto para comunicar a muchos sus dones”.
El tomo era El culto al sacratísimo Corazón de Jesús del P. Gallifet, SJ, y el protagonista del hallazgo, el joven Bernardo de Hoyos, estudiante jesuita en el Colegio de San Ambrosio que la Compañía tenía en Valladolid. De modo tan sencillo e inopinado se iba a convertir en el primer apóstol del Corazón de Jesús en tierras españolas.


 Extraído del Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús,-Valladolid-España: http://212.183.201.46/centrodeespiritualidad//index.htm

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