domingo, 18 de octubre de 2009

A corazón abierto, Javier Albisu, sj. (VI)

Sanar con el corazón
Sanar con el corazón es abrir las entrañas donde la vida nazca nueva.
Es aliviar a otro las cargas, ayudando a que él resuelva.
Es desatar los nudos de aquello que se enreda.
Sanar con el corazón es disolver en paciencia los dolores que se espesan.
Es volver a darle fuerza a la vida que se quiebra.
Es entender que el pecado, no es sólo enfermedad, sino pobreza.
Sanar con el corazón es socorrer al herido y cargarlo a nuestra cuenta.
Es levantar al postrado que renuncia ya a la meta,
y esperar al rezagado que, aunque tarde, siempre llega.
Sanar con el corazón es dejar en un costado, lo que en la ruta fueron piedras.
Es mostrar al fracasado, lo que en sus manos aún le queda.
Es enseñar al que ha varado, lo que aún pueden sus brazos si ellos reman.
Sanar con el corazón dado el gozo de la fiesta.
Es buscar al que se ha ido con sus ganas que lo atiendan.
Es hallar al que ha querido fugarse en una siesta.
Sanar con el corazón es abrir una ventana cuando todos cierran puertas.
Es buscar las raíces y dejar las componendas.
Es llevar al que feliz se dice, a que en verdad, lo sea.
Sanar con el corazón es acompasar el caminar de Dios, que entre nosotros se pasea,
y saneando en nuestras vidas, las aguas que envenenan,
en la fuente de su amor, como nuevos, nos recrea.

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